Todo empezó con un vestido de Kling, unos zapatos de tacón alto -cómodos- de Pikolinos, un bolso de mano de EDC y una chaqueta azul vivo de Esfera, antes de entrar al restaurante Válgame Dios en Madrid. *momento fashion victim*
Mentira, todo empezó buscando vestido.
Bueno no, esto comenzó antes, cuando me invitaron a la entrega de premios de la II edición del Premio de Literatura erótica Válgame Dios porque era una de las finalistas.
Embustes y más embustes, empezó mucho antes, cuando yo buscaba concursos de literatura erótica en los que poder participar, porque casi no existen y es sobre lo que más me apasiona escribir -junto con el arte-, del modo de “si cuento todo lo demás, porqué no voy a contar las escenas de sexo, si forma parte de la vida”.
Es verdad que la literatura erótica escrita por mujeres, aunque existente, siempre ha sido muy tabú. También es verdad que últimamente, libros como “50 sombras de Grey” han ayudado a que la mujer salga de su escondite, dé un paso adelante y diga “yo también formo parte de esto”. Si el sexo también lo practicamos las mujeres ¿Por qué todo el ‘mercado sexual’ tiene que estar dirigido a hombres?. Secreto: nosotras también nos excitamos y somos unas potenciales consumidoras de erotismo y pornografía en masa. Porque sí, también pornografía, aunque nos guste llamarlo más erotismo. ¿La diferencia creo yo? Contextualizar lo que vamos a ver, a leer, a disfrutar. Los preliminares, señores.
Ya se sabe: los hombres pueden masturbarse en grupo pero las mujeres no podemos decir que lo hacemos solas.
Y es que hay personas a mi alrededor que aún están anonadadas porque escriba lo que escribo. Y eso porque no saben que tengo otro blog, erótico, donde escribo más –y más guarro-. ¿El problema para mí? Que se piense que porque lo he escrito lo he hecho, lo voy a hacer o lo quiero hacer. No siempre es así, a veces solo juegas con clichés, fantasías de otras personas o ideas transgresoras que vienen a la mente. ¿Otras veces? Otras veces sí, es más personal. Y es que siempre he tenido la necesidad de escribir, es de la única forma que me siento mentalmente saludable, escribiendo, y si es con papel y bolígrafo aún mejor. *Pero te adoro, Mac, no te mueras nunca*
Con Candela Arroyo
Solamente pensar que miembros del jurado como han sido Candela Arroyo (gracias por crear el premio), José Luis García Berlanga, Lorenzo Díaz, Raúl del Pozo, Javier Rioyo, Fernando Rodríguez LaFuente, Jon Sistiaga, Boris Izaguirre, Maxim Huerta, Sandra Barneda, Carmen Rigalt y Pastora Vega, hayan leído algo mío, ya me emociona. Pensar además que mi relato ‘Pulsión’ les gustó lo suficiente para ser finalista y hasta ganar, es increíble. Además, un gran profesional como Jon Sistiaga me dio un abrazo. ¿Qué más se puede pedir?
Así que gracias, jurado, patrocinadores, personal de Válgame Dios, Sandra Bernado por cantar tan bonito -como dice Rosario en La Voz Kids-. Gracias a los que estuvieron allí y me felicitaron, a los que no estuvieron y también lo hicieron. Gracias muso *guiño, guiño*.
Quizás este es el discurso que no me preparé, quizás esta es una entrada de agradecimiento, quizás es una entrada para darme a conocer “Hola, me llamo Beatriz C. Bravo García y quiero ser escritora. *saluda con la mano a editoriales, revistas y prensa en general*”
Claro, que si este fue el discurso que no me preparé debería decir “Gracias yaya, por dejarme heredar un tercio de tu talento“. Si mi abuela hubiese nacido en otro entorno… Frida Kahlo temblaría. Pero eso ya es otra historia.
Saluditos de septiembre caluroso.
~ Beatriz CBG ~ Del lat. cultūra 